finale
-¿de verdad piensas confiar en ella? ¡Ella lo destruirá todo! Mátala, mátala ¡mátala!
Las voces no paraban. Mi voz no paraba. Era ese maldito ojo. No ha parado desde que volvimos a las extrañas tierras impresionistas de torturarme con mi propia voz. Si, debería. No.
El camino, si aquello podría llamarse como tal, a través de Yi-igg’dratzll se volvió mucho más quebradizo y peligroso sobre un abismo infinito que estaba a la espera de devorarte ferozmente en una oscuridad sempiterna. Como si caminar a través de una entidad fuese seguro. Pero no había alternativa, pues la enfermedad de la niebla verde se extendía a través de ella, amenazando a infinitas existencias.
La ruta nos vomitó en torno al palacio de carne, donde la sacerdotisa impacientemente nos esperaba.
Todo aquello estaba más cambiado que antes. El cielo, roto en mil pedazos, dejaba ver una colosal figura, irascible y apenas dormida mientras enjambres de monstruosidades intentaban aplacarla con inimaginables y aborrecibles melodías.
-¡¡¡Mátala ahora!!!- Samira grácilmente se dirigió a nosotros, tomando el ojo de mi mano.
-Hijo de Samira, has hecho feliz a tu madre, pues el rito ya puede ser realizado.
La parte inferior de Samira se convirtió en una miriada de pseudópodos informes que nos envolvieron a todos mientra ella se alzaba a los cielos, cantando en lenguas extrañas.
Atrapados, todos veíamos y pensábamos lo de los demás, como si ya fuésemos uno, un desdichado testigo del más grande horror. Al canto de La bruja se le unieron dos formas, una globular de una miríada de colores y formas borboteantes y otra, similar pero de la más oscura de las negruras de la que surgían incesantemente criaturas, las cuales en su mayoría eran reabsorbidas por ésta. Sus nombres resonaron en nuestra consciencia: Yog Sothoth. Shub Niggurath.
Cantaban y danzaban junto a Samira, junto a nosotros. Y lo veia mientra mi cuerpo se disolvía en ella. Veia cómo Celephais era extirpada, cómo la rama era quebrada y mi viejo mundo era aislado para que otro pudisen vivir....
Yo.. dejaba.. nosotros… -Ya has sufrido, hijo, vuelve ahora con tu madre. Descansad pequeños hasta que otra vez vuestra madre Samira deba os llame de nuevo. Pues el sueño está a salvo y el gran hacedor vuelve a soñar, tal como hacéis vosotros.
Y aquel quien eternamente dormía en la muerte, despertó.
DIARIO DE CAMPAÑA DE DIEGO ALBERTO ROJAS DÍA DEL ASALTO PARTE III.
Me temo que por ahora nuestros esfuerzos están estancados, no podemos avanzar lo suficiente como para entrar en la caverna y las municiones han comenzando a agotarse en el frente, si no logramos salir de este punto muerto perderemos por desgaste, el cansancio nos destrozara, solo es cuestión de tiempo.
Aun así no puedo arriesgar la victoria, enviando al frente a los dioses navajos de la guerra, los cambia pieles y a las tropas de reserva sin saber el próximo paso del enemigo, podríamos ser victimas de un contra ataque muy eficiente y perderíamos todo el ejercito, esos malditos peces parecen no tener fin, hemos matado miles y no parecen dejar de intentar matarnos.
si la batalla sigue desenvolviéndose de esta manera no tendremos ninguna oportunidad de sobrevivir.
Y a cada minuto que no hago nada, mueren docenas de mis hombres por el feroz ataque de los engendros submarinos. Por ahora solo podemos estabilizar el frente y replegar a los peces con ataques coordinados de caballería, pero tras cada carga mueren jinetes, pronto tampoco podrán seguir absorbiendo las perdidas.
nos quedamos sin tiempo y estamos siendo acorralados con cada hora que pasa. Ordenar la retirada en este momento seria un suicidio, nos cazarían hasta exterminarnos por completo, la retirada tampoco es una opción.
debo mover a los yee naaldlooshii al frente, es la única manera en la que podremos romper por completo el frente del enemigo, pero no pierdo de vista que esos aliados tan poderosos pueden ser potenciales enemigos si lo deciden. Di la orden porque no tengo otra opción y no estoy dispuesto a quedarme esperando mientras nos matan a todos.
el cabo Josúe trasmitió la orden a la brevedad. De manera inmediata los yee naaldlooshii se arrojaron al combate vestidos con sus vistosas pieles, reforzaron el frente de manera muy eficiente tan pronto como entraron en contacto con los hombres pez, se transformaron en bestias feroces como osos, lobos, tejones y pumas de gran tamaño. Arremetieron con salvajismo contra las hordas de peces haciendo que esos engendros escamosos huyeran despavoridos mientras eran desgarrados por los colmillos y zarpas de los cambia pieles, esos brujos no sienten cansancio o miedo, prontamente hicieron retroceder a los escamosos, eso nos dio una oportunidad de avanzar hacia la caverna para matar a las criaturas que están canalizando el ritual.
hombres y bestias comenzaron a combatir ferozmente lado a lado y comenzaron a acercarse a la colosal caverna, sin embargo sucedió algo inesperado, de aquella garganta oscura y tenebrosa se alzaron criaturas escamosas de gran tamaño recubiertos de metal y con lanzas, parecían provenir de una casta guerrera. Esos monstruos parecían ser mas fuertes y ágiles que los engendros normales pronto se unieron al combate, a su paso asesinaron a docenas de hombres hasta que se toparon con los cambia pieles.
Los guerreros escamosos entablaron combate con los yee naaldlooshii, para frenarlos el choque entre ambos fue bestial, sin embargo esos guerreros pronto se dieron cuenta de que aunque atravesaran con sus lanzas a las bestias no podían matarlas de ninguna manera y estas siempre volvían a alzarse y combatir, sin importar que tanto daño les causaran. Los cambia pieles pronto comenzaron a atacar en grupo uno a uno hasta que los despedazaron a todos ellos. Esto pareció encender las alertas entre los escamosos porque comenzaron a sonar cientos de caracolas de guerra, parecían alertar sobre algo.
tan pronto como el sonido de esas caracolas se detuvo el suelo comenzó a retumbar y el ambiente comenzó a tornarse pesado. Desde la oscuridad de la caverna emergió un humanoide colosal.
Era tan grande como un maldito edificio, ese maldito monstruo hacia retumbar la tierra a cada paso y detrás de el en la oscuridad podían verse una gran cantidad de cabezas monstruosas que comenzaban a salir de esa caverna, esas cabezas estaban unidas a un grotesco cuerpo de serpiente, cada cabeza parecía independiente y de cada boca salia un especie de baba asquerosa.
Ver a esos monstruos caminar por la tierra era como una visión dantesca. Esa fue la señal inequívoca para que los dioses navajos de la guerra para que se unieran al combate. no creo que podamos salir indemnes de esta batalla, pero tendremos que hacerles frente a esas aberrantes montuosidades...
DIARIO DE CAMPAÑA DE DIEGO ALBERTO ROJAS DÍA DEL ASALTO PARTE IV FINAL.
Durante el transcurso del feroz combate, comenzó a caer una lluvia modera que, rápidamente convirtió en fango todo el suelo del lecho marino, esto dificulto el avance de los hombres a través del campo de batalla.
Mientras observo el andar de esas aberrantes criaturas submarinas sobre el lecho marino fangoso, puedo darme cuenta de que este enfrentamiento tendrá un resultado trágico a pesar de todo nuestro arrojo en el combate.
Por algún motivo que no comprendo bien, vienen a mi mente las historias de las guerras de intervención gringa y francesa que mi padre me contaba cuando recién ingrese al colegio militar, mi padre fue un brillante oficial en esas guerras.
aquellas guerras fueron muy desiguales y encarnizadas, los soldados mexicanos siempre estuvieron en circunstancias desventajosas, tanto en equipo, armas, pertrechos y entrenamiento, pero aun así compensaban esas carencias con arrojo y valor sin igual durante las batallas, ejemplos de ello hay muchos en la historia bélica mexicana como:
En la batalla del 5 mayo en puebla, los indígenas que conformaban el 6° regimiento de la guardia nacional al mando den general Ignacio Zaragoza, se enfrentaron cuerpo a cuerpo contra la infantería francesa y los zuavos la infantería de elite, el choque se dio en los fosos del fuerte de Guadalupe y Loreto, en esa batalla nosotros los mexicanos de esa época demostraron ser capaces de defender la patria aun en desventaja y derrotaron al que fue considera el mejor ejercito de la época. (personalmente admiro a ese hombre, Ignacio Zaragoza, aun con su esposa enferma y una hija que criar, acudió al llamado de armas del presidente Benito Juárez, cumplió con su deber aunque pago con su vida.)
En la batalla de la angostura, la Caballería mexicana realizo un carga gloriosa en contra del 2° regimiento de indiana, la carga dragona como se le llamo, se realizo contra los enemigos, los jinetes mexicanos a todo galope chocaron contra el regimiento enemigo repartiendo mandobles de sable, hasta dispersar y diezmar a los invasores.
En la batalla de Monterrey, el brillante general Pedo Ampudia y sus hombres, le dieron una lección de defensa perimetral a los norteamericanos, les propinaron varios contra ataques, frenando el avance del general Zachary Taylor en varias ocasiones.
Los hombres que le dieron honor y gloria a nuestro país han inspirado a mis hombres y a mi para batirnos con bravura y gallardía contra lo que sea que nos arroje el enemigo, sin importar si son engendros escamosos, resucitado u hombres de carne y hueso.
Mientras nos movemos por el campo de batalla puedo ver miles de cuerpos de los engendros escamosos atestando el suelo, pero también hay cientos de cuerpos de mis hombres, ni siquiera esta vista me hará retroceder. Abatir a semejantes criaturas es algo que nos supondrá un esfuerzo mas allá de lo humano, por suerte tenemos soldados que no son humanos del todo.
Ante el implacable avance de las colosales bestias, los dioses navajos de la guerra se unieron con presteza al combate, el choque entre ambas fuerzas fue brutal.
Nayenezgani eligió como adversario al escamoso colosal, rápidamente monto en su caballo espectral y comenzó a cabalgar alrededor del monstruo, mientras arrojaba relámpagos que materializaba de su carcaj luminoso situado en su espalda, logro hacerle daño a la criatura gracias en parte a que estaba empapada por la lluvia lo que amplifico el daño de electricidad.
Tobadzischini entablo combate con la hidra, no encuentro algún nombre mejor porque esa aberración parece salida de la mitología griega, es igual a la bestia a la que se enfrento el poderoso Heracles.
Tobadzischini, utilizo todo su poder sobre el agua y la oscuridad para aumentar su tamaño físico y materializar Toma Hawks de un color negro como el Ébano, uso esas hachas nativas para arrojarlas con gran precisión a las cabezas de la hidra amputandole varias cabezas, eso pareció provocar le mucho daño a la bestia que se retorcía de dolor.
Mientras los dioses navajos de la guerra combatían, las tropas de infantería y los cambia-pieles seguían combatiendo contra los hombres pez por todo el campo de batalla, algunas armas comenzaron a encasquillarse o a fallar por el exceso de barro en las recamaras, muchos hombres se vieron en la necesidad de luchar cuerpo a cuerpo empuñando sus machetes, Toma Hawks, espadas e incluso sus cascos, los gritos de guerra y muerte eran ahogados por el sonido constante de ametralladoras de repetición y los explosivos . Los cambia pieles resultaron ser excepcionalmente efectivos contra los peces que llevaban armaduras y lanzas, sin importar cuantos salieran de la caverna, los Yee nad looshi los despedazaban a todos despiadadamente.
Justo cuando creía que la batalla iba a estancarse nuevamente, recibí una transmisión de la flota mexicana, notificaron estar en posición de tiro, si la flota logra hacer abrir fuego con sus cañones de 305 milímetros podríamos tener una oportunidad de matar a las colosales bestias y entrar en la caverna para matar a los que canalizan el ritual pero debemos hacerlo rápido, prolongar la batalla no servirá de nada.
Para lograr usar esa oportunidad, solo queda un movimiento por hacer es arriesgado pero si no hago nada, todos moriremos.
Le di la orden a los oficiales de replegarse con las tropas lo mas que pudieran para no caer muertos por el bombardeo.
El cabo Josue mando la orden y coordenadas a las baterías de artillería, morteros y la flota mexicana para bombardear toda la parte frontal de la caverna y eliminar a los monstruos mas grandes; después del bombardeo y una vez barridos todos los enemigos de la entrada podremos ingresar con presteza y asestar el golpe final.
Para contener a los engendros, tendré que contar con los Yee nad looshi, aunque el bombardeo caiga sobre ellos no morirán, aunque no creí que obedecerían la orden, se mostraron dispuestos a cooperar.
Mientras las tropas retrocedían lo mas rápido que podían, los escamosos engendros acosaban la retaguardia, infligían todas las bajas que podían, el fango y la lluvia disminuían la la movilidad. Los cambia-pieles retenían a tantos hombres pez como podían pero eran miles los que cargaban con ellos.
Antes de que pudiera replegarse la ultima columna de infantería, comenzaron a caer los primeros proyectiles de artillería, las explosiones comenzaron a barrer a los escamosos rápidamente pero no a una velocidad suficiente. Cuando comenzaron a resonar los poderosos cañones de 305 mm, supe que pronto tendríamos que volver a cargar.
La lucha ente los dioses navajos de la guerra y las aberraciones era algo confusa desde la distancia, pero con los binoculares pude apreciar claramente que los cañones golpearon a las monstruosidades hiriéndolas mortalmente, mientras que los dioses de la guerra se mantuvieron indemnes, ante las explosiones.
Una vez que las explosiones acabaron, la orden de detenerse fue transmitida a la artillería y la flota, todos los engendros fueron borrados de la faz de la tierra y con la caída de la hidra y el colosal engendro pareció detenerse la marea de escamosos engendros. Ordene a todas las tropas tomar la caverna costase lo que costase, ahora tenemos nuestra única oportunidad de ganar, no podemos darles la oportunidad de reagruparse y contra atacar.
El camino hasta la cueva estaba totalmente lleno de cadáveres chamuscados de hombres y engendros, a través de ese campo lleno de cadáveres nos abrimos paso, llegamos hasta la entrada sin mucha resistencia. Sin embargo dentro de la maldita cueva encontramos los reductos de la resistencia de los humanoides aunque aun con sus fuerzas reducidas y mermadas, ofrecieron un resistencia feroz por cada palmo de tierra, pero prontamente fueron aniquilados, después de que las tropas hicieron una búsqueda por las oscuras galerías de la cueva encontraron a un grupo de hombres pez alrededor de una joya con grabados muy extraños, la joya estaba situada en lo alto de una columna de piedra con relieves muy extraños que evocan a un combate muy antiguo entre esos seres escamosos y otras abominaciones dotadas de alas, tentáculos y cabezas en forma de estrella de mar con 5 picos.
Antes de que los engendros pudieran continuar su ritual profano y prohibido de poderes arcanos, fueron prontamente despachados y la joya fue confiscada, para su estudio posterior.
aun con la victoria el conteo de bajas fue moderado en nuestras filas, perdimos 3500 hombres en el combate, mas de 2700 heridos y 200 desaparecidos. Lo único que nos queda por hacer es darles una digna sepultura a nuestros muertos, reagruparnos y tratar a los heridos.
Con lo que resta del ejercito debemos unirnos con el general Lauro Villar al Este, estoy seguro que necesitara toda la ayuda que pueda conseguir.
El trapezoedro resplandeciente ya había cruzado el alo, garantizando que el eterno ciclo de creación y destrucción se perpetuara, como ya pasó millones de veces antes. En esta ocasión, la única diferencia era que el gran soñador había despertado.
Nyarlathotep, no le echaria de menos, le costó siglos de pequeños empujones y susurros hacer esto posible, en el siguiente mundo, se aseguraría de que cosas como los poderes de los chamanes y sus dioses, los hombres pez y el mismo Cthulhu, siguieran existiendo, pero únicamente en forma de mitos. Ya había comprobado anteriormente en cien ocasiones, que la existencia de semejantes poderes siempre desgarraban la realidad.
Esta dimensión se colapsaba a ojos vista, su tarea por fin estaba culminada.
Reviso los escasos objetos que deseaba conservar; un par de libros, que sabía que en el siguiente mundo nunca serian escritos, un despertador, que le resultaba deliciosamente divertido, ya que siempre le pareció el arma más cruel creada por la humanidad, y el gran tarro de pepinillos, sacado de las cocinas de la casa blanca, donde conservada el cerebro de Edison.
--¿Que soy un monstruo?-- contestó Nyarlathotep a las airadas ondas mentales del cerebro que ahora era cuanto quedaba de Edison.
--Para las hormigas, si pisas su hormiguero eres un monstruo, si les tiras migas de pan, eres un dios, no se paran a pensar, no saben si pisaste su hormiguero por accidente, ni les importa, no sospechan que las migas de pan que les tiraste están envenenadas. Cuanto más simple es una criatura, más limitada es su visión del mundo. Las muertes eran totalmente necesarias, Kuranes debía acumular poder para romper el velo de la realidad. Pero aun así, limitar la niebla a un único país, una cosa es destruir esta dimensión, y otra extender el sufrimiento sin necesidad. La guerra no fue cosa mía, aunque resultó útil, fue totalmente responsabilidad de la humanidad, de su avaricia y estupidez--.
Nyarlathotep echó a andar hacia el portal.
--En mi opinión esta realidad ya nació muerta, mi señor ha creado mundos mucho mejores que este sólo por diversión, y los ha destruido por mucho menos, tengo la impresión de que se está volviendo complaciente, pero yo no soy quien para juzgar--.
El cerebro se revolvía imperceptiblemente en su tarro --¿Que por qué ahora?-- respondió Nyarlathotep -- Los procesos son complejos, un único aleteo de una mariposa hace mil años, ha llevado a tomar muchas decisiones a personas, que sin sospecharlo, estaban sirviendo a mis intereses, pero en realidad, fue una ventana de oportunidad--.
Nyarlathotep, estaba a un paso de traspasar el portal. Un arco de ónice y alabastro pulidos, que, hasta hacía apenas una hora, era la puerta que daba al balcón del despacho oval.
--Sabia que se estaba desarrollando un ritual, para impedir el correcto desarroyo de mi trabajo-- comento el ser, que por fin se habia desprendido de su disfraz de Tesla -- Aun que, en realidad ese ritual solo me habria retrasado cien o doscientos años, me obligo a moverme rapidamente, esa gente sabia lo que se hacia, tenian protecciones que no me permitian hacercarme, fue por eso, por lo que hice que mis acolitos le entregaran el trapezoedro al profesor Yenkins. Por supuesto el ritual quedó a medias, lo que fue un fracaso parcial para ambas partes, y precipitó las cosas. En realidad, el ciclo, debería haberse iniciado dentro de unos treinta años, cuando la humanidad crea armas nucleares por iniciativa propia ¡De vez en cuando surgen imprevistos, eso hace divertido mi trabajo!--
El cerebro sacudió el tarro --¿Que que pasara ahora?-- respondió Nyarlathotep. --Cuando crucemos el portal, este mundo se colapsara por completo, destruyendo cuanto quede atrás, una vez al otro lado, seremos los jardineros de una nueva realidad, sembraremos sus semillas, guiaremos su crecimiento, y llegado el momento, si el fruto no es el deseado, lo cosecharemos como se ha hecho aquí, y empezaremos de nuevo. Ahora Thomas, agárrate a lo que te quede de cordura, porque voy a mostrarte cosas que no creerás. Si te portas bien y me demuestras que has aprendido algo, puede que dentro de diez mil años, te de otro cuerpo, tal vez el de un hámster-- Dijo Nyarlathotep con una risotada.
Tras paso el portal sin mirar atrás, les recibió el sonido de las flautas.
Y el fin vino del interior de Egipto
El extraño Oscuro ante el que se inclinaban los fellás;
Silencioso, descarnado, enigmáticamente altivo
Y envuelto en telas rojas como las llamas del sol poniente.
A su alrededor se apretaban las masas, ansiosas de sus órdenes,
Pero al marcharse no podían repetir lo que habían oído;
Mientras por las naciones se propagaba la pavorosa noticia
De que las bestias salvajes le seguían lamiéndole las manos.
Pronto comenzó en el mar un nacimiento pernicioso;
Tierras olvidadas con agujas de oro cubiertas de algas;
Se abrió el suelo y auroras furiosas se abatieron
Sobre las estremecidas ciudadelas de los hombres.
Entonces, aplastando lo que había moldeado por juego,
El Caos idiota barrió el polvo de la Tierra.