Aquello definitivamente ya no era Nueva Orleans... Tras atravesar el velo en Golden Meadows vino la perdida de sentido del si mismo, la disociación ...
Narración de un Aedo en un banquete. “...La valerosa Eudocia cabalgaba a lomos de un bello corcel que astutamente había conseguido. Su nueva ami...
“...Las cadenas de las lunas prisioneras están destrozadas por el sol. Camino y los horizontes cambian. El flautista purpura toca su melodía y un coro...
Querido Zoticus. Estoy hoy más perdida que el día que comenzamos esta aventura. El oráculo del que tanto esperaba no ha despejado secreto alguno. ...
Julius podía sentir la humedad bajo su espalda, estaba parcialmente enterrado en barro. A su alrededor solo paredes de tierra mohosa en las que los gu...
La barca avanzaba lenta por la inundada Bienville ST. La extraña niebla verdosa era cada vez mas espesa. Apenas podía verse mas allá del borde de la...
Julius y su joven hijo llevaban días encerrados en aquella pequeña y vieja iglesia en St Bernard. El Misisipi se había desbordado, quedando con ello...
Ocurrió hace algún tiempo. No recuerdo los entresijos o razones que me llevaron a la situación concreta.Debian ser altas horas de la madrugada a juz...
"El oráculo no oculta ni revela la verdad, solo la insinúa" -Heráclito- Narración a la luz de la hoguera. ...La valerosa Eudocia caminó durante ho...
Al fin en Cirra. La travesía por mar fue accidentada, pero no por las razones que podrías pensar. Me temo que mis compañeros de viaje no llegarán ...
Voy a Jugar. Has llegado a esta página asumo, llevado por la curiosidad, tal vez por sentir que eres especial. Tú insustancial rutina diaria te a ll...
-CORVUS EL PUSILÁNIME. A tenor de los acontecimientos, el sr. Whitewood deambulaba balbuceante por la decrepita biblioteca. Se decía a si mismo, u...
Parte de la Narración en un barco camino de Cefalonia. "...El viento soplaba con fuerza, que recogido por las velas, propulsaba la nave a buen ritmo...
Amado Zoticus He llegado a Corinto. Esta ciudad supura prosperidad. La mezcla de gentes y el ajetreo continuo resulta mareante. Apenas he podido c...