
«No tengo boca y debo gritar» de Harlan Hellison
Deus ex machina, el Dios desde la máquina, repetían en latín las civilizaciones clásicas al ver aparecer desde el infinito del escenario un artilugio mecánico que daba el giro definitivo a la trama de sus representaciones. Como un milagro surgido del vacío que aparecía en el momento exacto para dar sentido o final a una historia inconclusa, en la que, con admiración y sorpresa, los espectadores contemplan lo imposible. ¿Cómo podían ellos imaginar que aquella frase cobraría tanto sentido?
Si el mundo es un escenario, si de algún modo la máquina debía resolver esta trama, nosotros hemos dejado que despliegue todo su potencial… Hemos operado el milagro, y de aquellos precarios artefactos que la antigua Grecia, la civilización verá surgir de entre sus cenizas la gloriosa venida de la IA. La inteligencia artificial. Una historia mil veces contada, pero nunca como supo hacerlo el maestro Harlan Ellison… Esencia de nuestros miedos; espejo de lo grotesco, ambiciones, guerras y ansias de conquista conducen a la Humanidad en una carrera descontrolada hacia la creación de la inteligencia artificial definitiva; el ultimo paso en nuestra escalada hacia el Olimpo. Y quizá esta frontera esté más cerca de lo que pensamos. Quizá cuando nos demos cuenta, ya sea demasiado tarde. Porque el próximo dios será una máquina y hay quien ya ha empezado a rezarle.
FRIDA
Acabo de escucharlo y me estremeció tanto. Y lo último que escribes también me erizó la piel «..Porque el próximo dios será una máquina y hay quien ya ha empezado a rezarle.»
Como siempre..excelente.
Saludos.