
Lovecraft y el Mundo de Hielo y Fuego
Más allá del evidente simbolismo octopoide del escudo de la familia Greyjoy(Sospechosamente tentacular todo él), son muchos los rumores lovecraftianos surgidos en torno a los antiguos dioses de Poniente. La cosmogonía de Canción de Hielo y Fuego hace referencias veladas y no tan veladas a criaturas mitológicas varias, y como no podía ser de otra manera, Martin ha tenido la delicadeza de acordarse del Maestro H.P. Lovecraft, en lo que parece un claro homenaje a sus dioses Primigenios y en particular, a la raza semihumana de los Profundos, seres anfibioides mitad peces mitad hombres que poblaron tanto poniente como Essos en una era inconcebiblemente lejana.
Estas criaturas son las responsables de algunas de las arquitecturas más antiguas y misteriosas del universo de Martin, enormes construcciones en las que siempre se menciona cierta «piedra negra aceitosa».
En aquellos días inciertos (y esto ya es especulación) los Profundos, adoraban a inmensos Dioses que habitaban el interior de la tierra y del oceáno, y se habrían enfrentado con otra raza protohumana antes de desaparecer en el abismo de
la historia, dejando tras de sí como única pista su legado de piedra negra y aceitosa. De hecho, cada vez que se habla de esta piedra podemos dar por sentado que nuestros Profundos han tenido algo que ver.
En Poniente, serían los responsables de la creación de El Trono de Piedramar, en las Islas del Hierro:
El trono de los Greyjoy, tallado con la forma de un kraken en una piedra negra aceitosa, se dice que fue encontrada por los primeros hombres cuando fueron por primera vez a Viejo Wyk, Haereg argumenta que esa silla fue producto de los primeros habitantes de las islas, y solamente luego en las historias de maestres y septones por igual se empezó a clamar que ellos de hecho descendían de los primeros hombres..
-Mundo de Hielo y Fuego-
La base de Torrealta, Antigua, Poniente.
Todavía más enigmática para los estudiosos e historiadores es la gran fortaleza cuadrada de piedra negra que domina la isla. Por la mayor parte de la historia escrita, este monumental edificio ha servido como el nivel más bajo de la casa Higtower, aunque sabes con certeza que precede a los niveles superiores de la torre por cientos de miles de años.
La arquitectura laberíntica de la base de Torrealta recuerda a los laberintos ruinosos de Lorath, atribuidos a una raza extinta, los llamados mazemakers (hacedores de laberintos), quienes, según la leyenda Lorathi, fueron destruidos por una raza procedente del mar (¿los Profundos?).
Es también evidente que ellos tallaron el enorme ídolo que da la Isla Basilisco (de ahí su nombre) algo así como un dios serpiente similar a Yig (¿Dagon quizá?). El pueblo de esta isla tiene rasgos faciales de pez y dedos reticulados. Esto a su vez es una reminiscencia de las personas de piel verde de las Mil Islas, a los que se considera el último vestigio de un antiguo imperio marino que esculpió las estatuas de sus dioses bajo el mar, y cuyos rostros sólo son visibles cuando la marea retrocede.
Islas Basilisco
En la isla de Toads se puede encontrar un ídolo ancestral, tallado en piedra negra aceitosa a semejanza de un animal anfibio y de aspecto maligno. Su altura ronda los cuarenta pies. se cree que la gente de esta isla desciende de aquellos que tallaron la piedra de Toad, ya que existe un desagradable aspecto pisciforme en sus rostros, y muchos tienen los pies y manos membranados. De ser así, serían los únicos supervivientes de esta raza olvidada.
-Mundo de Hielo y Fuego-

Dagon by Velvet Car
Ciudad de Yeen, Sothoryos
Otra ciudad de arquitectura ciclópea y terrible (de nuevo levantada con piedra negra aceitosa) es la olvidada Yeen, una ciudad inhabitable en Sothoryos. Como ocurre con muchos de los monumentos mencionados por Lovecraft, el tamaño de sus piedras es demasiado grande para haber sido erigida por manos humanas. Demasiado grandes para moverse, allí donde se levantan no crece la hierba y su proximidad genera malos augurios ( nadie parece sobrevivir mucho tiempo si se aventura en ella).
Maestres y otros estudiosos por igual han intentado desentrañar los grandes enigmas de Sothoryos, la antigua ciudad de Yeen. Una ruina tan vieja como el tiempo mismo, construida en piedra negra aceitosa, en bloques masivos, tan pesados que requeriría una docena de elefantes para moverlos. Yeen ha permanecido desolada por muchos millones de años, sin embargo la jungla que la rodea por todos los costados escasamente la ha tocado.
-Mundo de Hielo y Fuego-
Los Cinco Fuertes, Essos
Algunos estudiosos del oeste han sugerido que los Valyrios estuvieron envueltos en la construcción de los cinco fuertes, porque las grandes murallas son una sola baldosa de piedra negra fundida que recuerda ciertas ciudades Valyrias del oeste… pero esto parece improbable, ya que los fuertes datan de antes de que el Feudo Franco se creara, y no hay registros de que algún señor de dragones alguna vez haya ido tan al este.
-Mundo de Hielo y Fuego-
Y por último, pero no menos importante, la infame Asshai, un lugar que además de su mala reputación destaca por ser inhóspito para el desarrollo de la vida.
Pocos lugares son conocidos en el mundo que sean tan remotos como Asshai, e incluso menos que sean tan prohibidos. Viajeros nos cuentan que la ciudad está construida completamente de piedra negra: salones, cabañas, templos, palacios, calles, muros, bazaars, todo. Algunos dicen también que la piedra de Asshai es aceitosa, desagradable al tacto que parece que bebe la luz de las velas, antorchas y hogueras por igual.
-Mundo de Hielo y Fuego-
Dicho esto, y a la espera de que el impredecible Martin nos deleite con nuevas y terribles revelaciones primigenias, un servidor se pregunta si no nos aguarda una invasión de Profundos en las islas del Hierro, o el despertar de algún terrible dios de las profundidades; algo imponente y tentacular, algo digno de la poderosa acometida de Drogon… Mientras tanto, pronunciaremos las sagradas palabras inspiradas en Lovecraft que Martin utiliza para rezar al Dios Ahogado: Que no está muerto lo que no puede morir, sino que se alza de nuevo, más duro y firme.