
«La Piedra Negra» de Robert E. Howard
Existieron quizá, en los tiempos de la olvidada Hiperbórea, cultos sin nombre que danzaban en torno a las hogueras nocturnas, invocando a seres capaces de alterar el flujo del espacio tiempo… Dioses que fueron repudiados pero que perviven de algún modo, agazapados tras las piedras que se yerguen ocultas entre el musgo de los bosques primigenios y las arenas del desierto inmemorial. Monolitos salpicados de runas, páginas escritas con sangre y tinta que plagan los grimorios de nuestros ancestros.
Un relato de Robert E. Howard producido y editado por Mario Cibreiro para Noviembre Nocturno.
Imagen de David G. Forés > iLovecraft