
«La Ciudad Sin Nombre» de H.P. Lovecraft
Imagen destacada: Map by Jason Thompson @mockman
Ilrem, La Ciudad de los Pilares, la Atlántida de las arenas, soñada por el árabe loco Abdul Alhared. Estuvo perdida entre leyendas de los desiertos de Arabia, considerada por el Corán como un emplazamiento maldito por Dios. Ya en Las Mil y Una Noches se nos habla de la gloria de Ilrem, de su posterior decaimiento y de como las arenas del desierto engulleron sus majestuosos pilares.
Conocedor de esta oscura mitología, en noviembre de 1921 el maestro H.P.Lovecraft publicaría el relato de La Ciudad Sin Nombre en la revista amateur The Wolverine, según sus propias palabras, inspirado por los horrores y maravillas de una pesadilla que le sobrevino poco después de haber leído el relato de Lord Dunsany «La probable aventura de tres hombres de letras». Así fue como arrastró a nuestro protagonista de esta noche hasta las arenas del Rub al khali, el espacio vacío en el que los antiguos moradores del desierto no se atrevían a aventurarse. Así pues, acompañennos amigos en nuestro viaje por esta tierra maldita, allí donde se extienden las grutas prohibidas de una civilización que ha permanecido oculta a ojos de los hombres, atrevanse a exponer su cordura a los susurros de los demonios, y visiten con nosotros los restos de La Ciudad Sin Nombre.
Durante mucho tiempo Ilrem ha estado considerada como un mito, un mero juego de historiadores desocupados en leyendas primigenias. Eso fue hasta que en 1980, los satélites de la NASA descubrieron las rutas que atravesaban el desierto y las ruinas de la majestuosa Ilrem fueron econtradas en una de sus encrucijadas. A principios de 1990 un equipo dirigido por el arqueólogo aficionado y cineasta Nicholas Clapp el aventurero Ranulph Fiennes, el arqueólogo Juris Zarins y el abogado George Hedges anunciaron que habían encontrado Ilrem. En un principio, las fotografías de la NASA guiaron al equipo a una reserva de agua en la provincia de Dhofar Shisr. Las excavaciones descubrieron una gran fortaleza octogonal con 10 pies de altos muros y 8 torres en las esquinas. La mayor parte de las estructuras fueron destruidas cuando se derrumbaron por su propio peso sobre el pozo. Por lo que sabemos el desarrollo de la ciudad supuso su propia perdición, ya que había sido edificiada sobre un lago subterraneo que nutria a sus habitantes de agua. Pero la arcilla de las construcciones masivas y la humedad de la zona terminaron por sumergir su grandeza en las arenas.
La historia de la ciudad sin nombre contiene la primera mención conocida al poeta loco Abdul Alhared, al que Lovecraft aun no había designado como escritor del infame Necronomicon. Además de su inspiración en el relato y la atmosfera de Lord Dunsany, el crítico William Fulwiler considera que Lovecraft fundamentó las bases de La Ciudad Sin Nombre en el relato de Edgar Rice Burroughs «En el corazón de la tierra». La raza reptiliana, el túnel subterráneo y el mundo oculto de la luz eterna, son elemetos comunes en ambas historias. Fulwiler sugiere que la temática de una raza alienígena más poderosa e inteligente que el hombre es un recurso frecuente en la literatura de Lovecrfat derivado de su lectura de Burroughs. No obstante, resulta innegable que Lovecraft prefería considerar el enfrentamiento con estas razas alienígenas como una batalla perdida de antemano.