From: Agente Nora Peterson

To: Agente Rustin Spencer Cohle

Dated: 15 noviembre 2013

Ey, Rust, ¿Cómo lo llevas? La cosa está jodidísima. Te mando todo lo que hemos recopilado hasta ahora, es un poco enrevesado, pero todo apunta a que esto no ha hecho más que empezar. Te adjunto al final también un mapa que señala las principales zonas calientes, al menos que sepamos hasta ahora.

El 12 noviembre de 2013, se produce el tiroteo y la matanza en la Universidad de Albany. Días antes, el principal sospechoso, Mark Whiteman, que acabó suicidándose en el lugar del crimen, subió a un foro unos mensajes un poco desconcertantes, incluyendo entre ellos, algunos versículos de la Biblia:

‹‹Me quiere a mí››

‹‹Stella nunca sabrá ver las estrellas››

‹‹Puedo crear el reino que deseas. Sólo tienes que pedírmelo››

‹‹Daniel 4:35. Y todos los habitantes de la Tierra son considerados como nada, más El actúa conforme a su voluntad en el ejército del cielo y entre los habitantes de la tierra; nadie puede detener su mano, ni decirle: ¿qué has hecho? ››

‹‹Job 11:7-9. ¿Descubrirás tú las profundidades de Dios? ¿Descubrirás los límites del Todopoderoso? Altos son como los cielos; ¿qué harás tú? Más profundos son que el Seol; ¿qué puedes tú saber? Más extensa que la tierra es su dimensión y más ancha que el mar.››

‹‹ ¿Por qué cuando vine no había nadie y cuando llamé no había nadie que respondiera?

Hay más mensajes, pero creo que, a estas alturas, ya te habrán llegado.

Hasta aquí pudiera parecer un hecho aislado. Sólo que en la mochila que portaba Mark, encontramos un folleto donde aparecía el nombre de The Crossing Church, en Providence. Y… ¡sorpresa! El edificio había sufrido un incendio dos días antes, el 10 de noviembre. Un equipo estuvo buscando a alguien que respondiera por aquella Iglesia, pero, sorprendentemente, las escrituras estaban a nombre de un hombre ya fallecido. Su nombre es Glen Richmond y está enterrado en New Haven, Connecticut. Uno de nuestros agentes accedió al informe de la autopsia y lo que encontró nos sorprendió bastante. El tío Glen había sido hallado el 5 de octubre de este mismo año en su casa, en un estado de descomposición avanzado y había sido aparentemente asesinado de una forma algo truculenta. Cuando los agentes entraron en la casa, su cuerpo permanecía como una estatua por el rigor mortis, de rodillas en el salón, rodeado por un círculo de tiza blanca, con la cabeza cercenada y colocada a su lado. Estaba maniatado y presentaba numerosos cortes y cicatrices por todo el cuerpo. Se encontraron restos de velas por toda la casa casi consumidas. Todo parecía señalar a que había formado parte de un tipo de ritual. Aún se sigue investigando.

Así que hasta ahora tenemos: el niño que provoca la matanza pertenece o conoce de alguna forma una Iglesia que ha sido incendiada (¿quizás a propósito?) y cuyo líder, o al menos alguien importante, ha sido asesinado en un ritual.

Pero esto no es todo.

En la casa de Glen, se encontraron numerosos mensajes bíblicos y otros que, aunque no aparecen en la Biblia, tienen connotaciones religiosas. También encontraron muchas veces el nombre de Poughkeepsie, pero hasta ahora desconocemos la conexión. Nuestros agentes están investigando todas las Iglesias de la ciudad, en busca de algún indicio.

Y, por último. ¿Recuerdas el revuelo que se formó, allá por los noventa, con aquellos hippies del rancho en Boston?  Tenía esa historia olvidada en alguna parte de mi memoria, pero, entonces, dijeron algo el otro día en el informativo que me hizo rememorarlo todo. Resulta que, algunos de los compañeros de clase, decían que Mark Witheman llevaba un tiempo hablando sobre algo relacionado con “una novia”. La novia de Dios, la novia del Todopoderoso o delirios del estilo. Eso parecía estar afectando bastante su estado de ánimo, semanas antes del suceso.  

Vale pues, ¿recuerdas qué ocurrió al final en aquella secta de hippies? La única superviviente, al menos que sepamos, dejó escrito antes de suicidarse en la cárcel, que “la novia nos había dicho lo que teníamos que hacer”. Y asesinaron a más de 50 personas. A cuchilladas limpias. Una carcineria.

Nunca supimos a quién se refería en concreto con esa tal "novia", aunque teníamos claro, como suele pasar en estos casos, que tenía que haber un líder. Este caso siempre me recordó un poco al de Charles Manson. Pero ese líder se esfumó, desapareció del mapa sin dejar rastro y no pudimos cerrar el caso como nos hubiera gustado. Para la sociedad quedó todo en que aquellos chavales se habían matado en un acto de locura tras días de desenfreno, de sexo y drogas psicodélicas. Es lo que se suele pensar. Los chavales y sus abusos. Pero aquí, en el cuerpo, se piensa — o al menos yo lo pienso así — que hay mucha más tela que cortar.

Y el incidente de Whiteman no hace más que reabrir el puto caso.

No quiero abrumarte con tanta información, pero te necesitamos en el equipo de forma urgente. Vuelve de tus infinitas y espléndidas — aunque merecidas, eso sí — vacaciones y vamos a mover el culo de nuevo.

PD: Habrás visto que te he señalado también el Bosque Nacional Green Mountain. Vamos a tener que ir a hacer una visitilla pronto. Nos han comentado que han vuelto a ver grupo de gente intentando asentarse por allí. No creo que todos los hippies sean iguales, pero… ¿para qué arriesgarse?