“Las emociones inexpresadas nunca mueren. Son enterradas vivas y salen más tarde de las peores formas”.
Sigmund Freud.
Edificio Westcraven número 23, planta baja, despacho de la Doctora Poe. 11:30 a.m.
John Peterson había irrumpido en la consulta de la Doctora Poe llevando algo que goteaba.
La doctora consultó sus notas, se ajustó las gafas sobre la nariz e hizo una larga respiración, el olor a hierro de la sangre inundaba la estancia.
John interrumpió a la doctora.
Las sirenas de la policía cada vez se oían más cerca.
Las sirenas cesaron cuando llegaron a las proximidades de la consulta de la Doctora Poe. Pasos acelerados llegaron hasta ellos.
John se dio cuenta de que tenía el pantalón empapado en sangre allí donde la cabeza de Steve había estado descansando.
John miro sus manos como si fuera la primera vez que las veía, las uñas estaban rotas, no entendía que había pasado, sus ojos se fijaron en el reloj de la pared eran las 11:30, no podía ser, cuando discutió con Steve eran las 09:20, ¿Qué había pasado en esas dos horas? No recordaba nada.
Para su horror, contempló su reflejo en la ventana y entonces lo vio, la sangre había goteado desde su boca hasta empapar su camisa, no podía ser suya, pensó, no le dolía la boca. Miro la cabeza de Steve ¿eran mordiscos lo que veía?. Notó, que seguía con algo enganchado entre varios dientes, hurgó con el dedo para sacarlo, con un fuerte tirón lo saco, era un trozo de carne con pelo, espantado se dio cuenta que era un trozo de cuero cabelludo.
John grito y comenzó a sollozar.
"La civilización está permanentemente amenazada por la desintegración debido a la hostilidad primaria del hombre".
Sigmund Freud.
Edificio Westcraven número 23, planta -4, instalaciones secretas bajo la consulta de la Doctora Poe. 2:30 p.m.
La Doctora Poe avanza por un pasadizo dando una larga calada para apurar su último Pall Mall
- El sujeto número I se ha comportado según lo previsto, al activar el neurotransmisor liberamos su subconsciente revertiendo el estado sueño-realidad ha sido todo un éxito. ¿Cómo está yendo el experimento con los nuevos?
Se oyen unos gritos provenientes de una especie de camara acorazada con los números II, III, IV y V en relieve sobre la puerta. Un hombre de unos 60 años, con una profusa barba completamente cana, que viste una bata y unos anteojos redondos responde sin levantar la mirada del monitor
- Doctora, le tengo dicho que no fume en estas instalaciones, no sabemos cómo podría alterar la conducta de nuestros pacientes. Fumar sólo es indispensable si uno no tiene nada que besar...
- Déjese de monsergas, ¿cómo están evolucionando?
- De manera muy interesante, está superando mis expectativas, cuando les facilitamos comida abundante, la ingirieron más allá de la saciedad, incluso el número III, regurgitó en un cubo. Les fui proporcionando menor cantidad paulatinamente hasta que empezó a no ser suficiente, la tensión fue in crescendo cuando desapareció el vómito reseco que habían prometido sortear a la mañana siguiente...
- ¡Qué asco!
Unos golpes provenientes de la cápsula preceden al hilo de sangre que se cuela por la rendija del cubículo hasta el laboratorio
- Por el último trozo de carne, pelearon ferozmente, el paciente número III pereció en la reyerta, esto calmó parcialmente los ánimos, dado que era el que había alegado ser dueño de la secreción, delatándose a sí mismo. No tardaron muchos días en despachar el cadáver, hasta que anoche, nuestro amigo IV decidió degollar con un hueso de pollo a su compañero II mientras dormía, imagino que con intención de matar a V después, pero parece ser que éste último se percató de la argucia, ahora mismo están peleando...
- ¡Fascinante!
Un último suspiro emerge de la prisión...
- Parece que han acabado, por favor, abra la celda, ardo en deseos de conocer el desenlace
Al moverse la compuerta, se vislumbra un niño de apenas 8 años sentado con las piernas cruzadas sobre un charco de sangre, muestra una mirada vacía mientras mastica lo que parece ser una oreja, levanta la cabeza para observar las sonrisas en la faz de lo hombres de blanco
- ¡Enhorabuena, V!
"El hombre visrtuoso se contenta soñando lo que el malvado hace en la vida real"
Sigmund Freud
Urbanización Nueva Caledonia, parcela 4. 10.a.m.
El sonido del timbre sacó del abotargamiento a la Sra. Stevenson, se había quedado dormida en el sofá. Desde que la Dra. Poe se mudó al terreno colindante, Totti, su pequeño bichón maltés, no paraba de ladrar y la carencia de sueño conllevaba que hubiera desarrollado una especie de narcolepsia, no pegaba ojo por la noche pero durante el día se quedaba dormida incluso de pie. Como no podía ser de otra manera, Totti estaba ladrando, pero esta vez no era a la ventana de su vecina, sino a la puerta
Al abrir la verja, la figura de un chaval de unos 12 años, bien vestido y peinado apareció ante ella, le causó sorpresa puesto que en la urbanización no se solían ver caras nuevas, aunque se rumoreaba que la Sra. Thompson había adoptado a un chaval recientemente...
- Buenos días, Sra. Stevenson, soy el hijo de la Sra. Thompson, me envía a por sal, espero no importunarle, he oído que su adorable cachorro está últimamente inquieto y quizás le haya despertado, de hecho, traigo unas entradas para el concierto que dará mi madre este fin de semana.
- Muchas gracias, cariño, dile a tu madre que es un cielo, estaré este fin de semana sin falta, no me lo perdería por nada del mundo, ni aunque le sucediera algo al pequeño Totti
- Dios quiera que no pase...
Totti había ladrado como si se estuviera desgañitando, pero al ver que la figuraba entraba, se encogió de miedo y se resguardó en su caseta totalmente callado
- ¡Qué bien que se haya callado! Yo lo paso mal, pero lo que peor llevo es causar malestar a los vecinos, ¿os trastorna mucho? He tenido que comprar un collar de calambres para que se calle un poco, es todo culpa de esa bruja, no es trigo limpio, todo el mundo lo sabe, hasta su risa es maligna. Por cierto, cariño, ¿cómo te llamabas?
- Violence
- Es un nombre muy extraño, espero que no te haya causado problemas.
- Nada más lejos de la realidad, además es un nombre que no se olvida...
- Bueno no te entretengo más
Entra a la cocina mientras descuelga al teléfono.
- Muchas gracias por el detalle, cielo, no hacía falta, me alegro que se hayan arreglado los papeles de la adopción, tu chaval es un encanto, aunque vaya nombre...
- ¿Cómo, que todavía está en trámite, quién demonios ha entrado en mi casa?
Cuando la Sra. Stevenson sale corriendo al jardín, un intenso olor a pelo quemado y una especie de neblina se han apoderado del porche. Al ver el mando del collar pitando y con una luz roja intensa, sale disparada dejando caer las entradas del concierto revelando el siguiente mensaje al dorso:
"No olvide su 2x1 en perritos calientes"...
“Cuanto más perfecta es una persona por fuera, más demonios tiene por dentro” Sigmund Freud.
Urbanización Nueva Caledonia, parcela 4. 11:20 am.
La noticia de las trágicas muertes de la Sra. Stevenson y de Totty se habían propagado rápidamente por la urbanización, así como las diferentes versiones de lo sucedido.
Una de las versiones era que la Sra. Stevenson se había desnucado al resbalarse con el mando de calambres de Totty, matando involuntariamente al perro, al dejar pulsado el botón de descargas. Otra versión era que el collar había fallado y qué al salir a rescatar al pobre perro, la Sra. Stevenson había tropezado desnucándose.
No importaba cual había sido el orden de lo sucedido, el resultado había sido el fallecimiento de la Sra. Stevenson por fractura cervical y la muerte de Totty por electrocución.
Después de escuchar a sus hipócritas vecinos durante una hora, la Doctora Poe recordó una frase de “La Tempestad” de William Shakespeare:
“El infierno está vacío, todos los demonios están aquí”
Al entrar en casa contempló como Violence estaba absorto en la lectura de un manual de anatomía.
Violence miró a la nada pasándose los dedos por la barbilla como si meditara la respuesta.
La Doctora Poe enarcó una ceja y encendió un Pall Mall.
Cuando la Sra. Stevenson salió al jardín para ver que ocurría, contemplo horrorizada como Totty, era un amasijo de carne y pelo carbonizado, cuando se arrodilló al lado de lo que antes había sido su perro, Violence se aproximó con el más absoluto sigilo y con un diestro movimiento le fracturó el cuello.
La Sra. Stevenson sintió que algo la sujetaba y con crack, su cuello quedó en un ángulo extraño, no podía moverse, estaba paralizada. Tendida en el suelo vio a su salvadora, la Doctora Poe pero que hacía… no podía gritar no podía moverse… sintió como sus costillas se rompían y la cara de esa mujer…
Intentó gritar cuando la taparon con la sábana y un paramédico dijo que estaba muerta. “NO ESTOY MUERTA” pero sus labios no se movían, nada en su cuerpo la obedecía ni si quiera sus pulmones parecían querer hacer bien su trabajo, “NO ESTOY MUERTA” intento gritar de nuevo…
Violence mantuvo unos segundos la mirada de la Doctora Poe hasta qué por la intensidad de ella, le hizo apartar la vista hacia la ventana.
La Doctora Poe, tenía que darle la razón, aunque Violence se había apartado de sus directrices, reconocía la creatividad a la hora asesinar a la Sra. Stevenson.
La Doctora puso la mano en el hombro de Violence.
Lionel y Shanon Rhoder :
La Doctora dejó a Violence estudiando. Subió al piso superior, llenó la bañera y se preparó un buen vaso de whisky y dejó que los recuerdos de la mañana la acompañaran…
Había sentido ese cosquilleo por todo su cuerpo cuando al practicarle la RCP a la Sra. Stevenson le había roto dos costillas, tuvo que hacer acopio de todo su temple para continuar con la farsa bajo la atenta mirada de sus vecinos, si las circunstancias hubieran sido otras, hubiera roto cada una de las costillas … recordar el tacto al romper los huesos…era simplemente sublime, sentir como algo tan fuerte como los huesos cedían con la presión, ver el dolor de la Sra. Stevenson la excitaba sobremanera, pero en aquel momento tuvo que contenerse…pero ahora…
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El doctor F, examinaba la grabación de la autopsia de la Sra. Stevenson.
“has vuelto a ganar, 38 segundos”
La Sra. Stevenson fallecería realmente a los 38 segundos de comenzar la autopsia, el inconveniente de abrir alguien vivo con un afilado bisturí.
"Cada uno de nosotros percibe al resto como mortales excepto a sí mismo"
Sigmund Freud
Urbanización nueva Caledonia, parcela 13. 9 a.m.
Suena el timbre en la residencia Rhoder, Shanon se acerca a la puerta y con una dulce voz pregunta:
- ¿A quién tengo el placer de recibir?
- Soy el técnico que avisaron de Omni Consumer Products
- ¿No es Vd. muy joven?
- Sí, bueno, soy el ayudante, mi compañero se ha quedado en el camión y salvo que sea un problema grave, se queda durmiendo hasta que yo solucione la avería, viejas glorias de la compañía, ya sabe, cobran pero no trabajan, espero que no me oiga, jeje
La realidad era completamente diferente, Violence había rajado los cables y colocado un ratón quemado en el compartimento de los fusibles, esperó pacientemente a que viniera el camión de los electricistas a primera hora de la mañana, les paró antes de llegar al domicilio de los Rhoder y qué decir de las costumbres de Violence, al ayudante le quitó el mono y está criando malvas en el furgón con un boli atravesándole el corazón, mientras que al conductor le partió el cuello y le dejo apoyado sobre el cristal de la ventanilla con la gorra puesta sobre la cara para evitar ser delatado por el rictus post mortem
- De hecho, he logrado encontrar la avería y he reparado los fusibles, incluso he añadido un revestimiento para que no vuelva a suceder, parece ser que alguien dejó abierto el cuadro de electricidad y un roedor ha mordisqueado los cables, me podría abrir para firmar el parte, tirar el ratón a la basura y si fuera Vd. tan amable, ¿darme un vaso de agua?
Por la mirilla ve un chaval con un bicho chamuscado suspendido por la cola y una caja de herramientas bastante grande en la otra mano
- ¡Qué asco! Pase, por favor, pero si no le importa, tiré esa rata fuera de mi casa, me dan mucha grima esos sucios roedores, tendré que avisar de su presencia a nuestros vecinos
Qué irónico, pensó Violence, le dan asco los ratones pero trocea, cocina y come indigentes como el que está cazando ahora el bastardo de su cónyuge.
- ¿Su marido se encuentra en casa Sra. Rodher?
- No, ha salido temprano a hacer ejercicio, dice que así libera estrés para el resto del día, ¿le gusta nuestra vajilla? Son vasos de diseño, algo más estrechos pero así se cogen mejor, espero que no le moleste su tamaño
- Son preciosos, ahora bien, no quiero ser grosero, pero creo que hay una pequeña mancha en la base
Mientras baja la cabeza para comprobar tal afirmación, Violence agarra fuerte su cabellera y le incrusta el vaso en el ojo
- El tamaño perfecto...
"El miedo es un sufrimiento que produce la espera de un mal"
Sigmund Freud
Bajo el puente Hollister en las afueras de la ciudad 6 a.m
- Putos mendigos, cada vez me cuesta más encontrar a alguno solitario, debe haberse corrido la voz de las desapariciones, no tienen para comer, pero bien que tienen móvil para contarse sus mierdas...
Lionel Rhoder se acerca con sigilo a un indigente que parece estar durmiendo, lentamente, bisturí en ristre, toma posición para rebanarle el cuello. Cuando se encuentra a 50 cm, el individuo levanta un ojo y con la botella que está en su regazo le golpea en la sien para inmediatamente salir corriendo.
- ¡Hijo puta, me quiere matar, socorro!
Tras tambalearse un poco, el cirujano lanza el trozo de metal con la precisión que le caracteriza clavándolo en la nuca del sin techo, éste cae hacia delante produciendo un golpe seco. Tras arrancar con esfuerzo la hoja y limpiar la sangre en la camiseta de su víctima, saca una bolsa mortuoria de la mochila y se dispone a insertar el cadáver en su interior.
- Para estar tan gordo, el cabrón bien que corría...
Urbanización Nueva Caledonia, parcela 13. 9:15 a.m
Según entra por la puerta portando a su víctima, Lionel se encuentra a Violence arrastrando a su vez un bulto bastante parecido al suyo.
- ¿Buenos días, amigo, me podría decir que hace vd en mi casa?
- Por supuesto, soy de la empresa de reparaciones, he terminado de arreglar su avería y estoy recogiendo los restos generados para deshacerme de ellos, en cuanto cargue el bulto si fuera tan amable de firmarme la visita, su mujer ha tenido que ausentarse tras una llamada repentina, se le veía triste, espero que no sea nada grave
- Claro que sí, aquí le espero, no se preocupe.
Al entrar de nuevo, el Sr. Rhoder ofrece un vaso de agua a Violence
- Tengo un par de dudas sobre su trabajo, amigo, puede ser que su compañero sea el que está durmiendo en la furgoneta, porque tiene una postura muy rara, como si tuviera el cuello partido...
- Qué cosas dice señor, duerme como un tronco, pero creo que todavía mantiene el cuello en su sitio, jeje.
- El mono que lleva puesto no parece de su talla, es suyo o quizás del verdadero compañero de su amigo el dormilón...
- Bueno, he hecho bastante ejercicio estas vacaciones y aunque pedí que me mandaran una talla inferior, todavía no han llegado los nuevos uniformes, es vd. muy perspicaz
- Digamos que es parte de mi trabajo, por favor, coja el bolígrafo que hay en el recibidor para que firme el albarán, dice que mi mujer ha salido de la casa, imagino que habrá tenido un accidente porque falta uno de sus vasos favoritos y los restos que se llevó hace unos instantes contenían sangre.
Al acabar la frase, Violence ve el reflejo en el jarrón de algo metálico, lo que le da tiempo suficiente para esquivar el bisturí que le pasa silbando la oreja dejando un rastro de sangre en el pómulo. Violence roza con la yema del dedo su propia sangre para saborearla con la lengua, emitiendo un esbozo de sonrisa
- Voy a disfrutar con esto
Lionel se abalanza hacia Violence con otro bisturí en la mano
- ¿De verdad pensabas que te iba a dejar salir vivo de mi casa tras matar a mi mujer? Tengo que reconocer que tienes huevos, aquí se acaba la farsa
Con un rápido movimiento Violence lanza la hoja que se había clavado en la pared inutilizando la mano de su oponente, la mano que queda libre es atravesada por el bolígrafo del recibidor maniobra que aprovecha Violence para impulsarse y partir el cuello de Lionel
Urbanización Nueva Caledonia, parcela 13. 9:45 a.m
Violence lleva un gorro de chef y se encuentra sentado comiendo filet mignon en la casa de los Rhoder con Lionel abierto en canal a los pies de la cocina. Un delantal cuelga de la pared en él se lee: "la carne bien roja, que chille"
“El sueño posee una maravillosa poesía, una exacta facultad alegórica, un humorismo incomparable y una deliciosa ironía”. Sigmund Freud.
Urbanización Nueva Caledonia, 13:37 a.m.
La Doctora Poe contempló la cara de satisfacción que portaba Violence cuando entró por la puerta.
Violence sonrió como lo haría un gato satisfecho de haber capturado a un ratón y se lo llevara a su dueña, con un gesto solemne, le tendió un pequeño paquete envuelto en papel de estraza a la Doctora.
Con el mismo gesto solemne, la Doctora Poe lo desenvolvió, en su interior la Doctora pudo observar una de las cosas más hermosas y deliciosas del cerebro humano, no era más grande que un guisante y junto a él, una pequeña porción de cerebro lo acompañaba.
Violence sonrió al ver la cara de placer de la Doctora.
No había sido su trabajo más limpio, pero cuando uno se mete en la cocina…
En otras circunstancias la Doctora hubiera empleado un severo correctivo, pero viendo su regalo, relajó la tensión de sus hombros y dijo:
La Doctora se dirigió a la cocina, dando por zanjada la conversación. Allí abrió la puerta del botellero de caoba, sacó uno de los chiantis y con sumo cuidado lo vertió en una copa y dejó que el aroma a clavo, canela, frutas secas…la embargara, miró su color rojo al trasluz y dio un pequeño sorbo.
Cogió el “guisante” y lo observó, era el hipotálamo, el regulador del sueño y del despertar, aunque a su dueño, esto último no le volvería a pasar, sonrió, consumo cuidado lo introdujo en su boca, cerró los ojos y dejó que se fundiera en su paladar. Un verso que leyó en la universidad le vino a la mente:
“¿Qué es la vida? Una ficción, una sombra, una ilusión, y el mayor bien es pequeño; que toda la vida es sueño, y los sueños, sueños son”.
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Urbanización Nueva Caledonia, parcela 13, 19:38 a.m.
Una furgoneta con el cartel Purgato Inc. en un lateral y con una enorme cucaracha en el techo de la misma, se alejaba de la casa precintada de Lionel y Shanon Rhoder.
En su interior, los escarabajos comenzaban a dar cuenta de la carne de los Rhoder, en unos días los huesos estarían limpios y listos para ser vendidos, beneficios extras pensó Rolan mientras se alejaba de la urbanización.
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Dos días más tarde, la Doctora Poe y Violence cogían un vuelo en primera clase con destino a Nueva York.
Violence los observaba detenidamente, no sabía por cual decidirse para empezar.
La Doctora contempló la cara de concentración de Violence y con un tono desenfadado, le dijo:
Violence cogió un cromo:
Gracias por la recomendación.
Un tema muy necesario. Esto es lo que estaba buscando.
“Con palabras una persona puede bendecir a otra, o hacerla desesperar” Sigmund Freud
Nueva York, Hotel Renaissance, sábado 1 de octubre. Habitación 341.
La Doctora Poe se levantó lentamente de la cama para no despertarlo, encendió un Pall-Mall y contempló su espectacular cuerpo y sus facciones bien cinceladas, indudablemente era un depredador.
Enarcó una ceja, pensó que esa parte del experimento la omitiría al Doctor F., a veces era un tanto mojigato, y no tenía ganas de que le hablara de la ética médico-paciente, intentar explicarle que el cuerpo necesita ejercitarse, es como explicarle a un insecto que solo vive en verano lo que es el invierno.
La Doctora Poe sonrió, sí que estaba listo para otro asalto como se apreciaba en su enhiesto miembro.
Arthur sacó el bisturí del cajón de la mesilla, pensó que era una pena acabar con ella, pero el riesgo de ser expulsado de la Convención de Series por asesinar durante el evento lo excitaba más, pero qué diablos pensó, ¿Qué es lo peor que podía pasarle?, ¿no volver a participar en las charlas?...
La Doctora Poe se sentó a horcajadas encima de él, Arthur se anticipó en pensar como le clavaría el bisturí en el costado izquierdo, pero no sería letal, le gustaba que sufrieran, tal vez lloraría e imploraría por su vida, le daría esperanzas de que no la mataría, pero claro que lo haría, le encantaba sentir la sangre caliente en su cuerpo desnudo…
En pocos segundos, la Doctora clavó la aguja en el muslo de Arthur.
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Arthur intentó enfocar, veía borroso por el ojo derecho.
La Doctora no movió ningún músculo.
La doctora Poe le tendió un lápiz.
Arthur miró su muñeca, ¿desde cuándo tenía esa cicatriz?, se llevó la mano a su ojo, que era eso, corrió al baño, unos minutos más tarde un poderoso grito salió de su interior.
-¡NOOOOOOOOOOOOOOOO!.
La Doctora salió de la habitación 341 colocando el cartel de “No molestar”.
Tres días más tarde, encontrarían el cadáver de Arthur Curry en la bañera. Causa de la muerte: Suicido.
Porque la vida dura, lo que dura dura.
Brooklyn, Nueva York, 1 de octubre.
McMurd llegó a la escena del crimen en guardia. La temblorosa voz de Jen Stevenson lo había alertado, desde que eran compañeros, hacía ya ocho años, Stevenson no titubeaba a la hora de narrar una escena del crimen por muy cruenta que fuera y eso que habían visto cosas que volverían loco a cualquiera.
Un sucio callejón le dio la bienvenida a McMurd algo en el ambiente le hizo santiguarse no era el hedor de la basura si no la cara de los agentes que contemplaban las cuatro sábanas que tapaban las partes de lo que unas horas antes había sido un hombre.
Stevenson señaló a un joven de unos veinti pocos con pinta de hípster que estaba siendo atendido por los paramédicos.
Detrás de él, un agente de patrulla comenzó a vomitar al lado de los cubos de basura.
McMurd la hizo a un lado.
La forense, que había visto de todo, estaba pálida y apoyada en la pared como si intentará , en vano, fundirse con ella.
Mcmurd observó cómo las dentelladas habían lacerado el estómago hasta llegar a los intestinos que se derramaban como una ristra de salchichas recién cocinadas. Hacía más de nueve años que no probaba el alcohol, pero en ese momento hubiera deseado beber hasta quedar inconsciente.
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Hotel Rennaissance, habitación 221.
La Doctora Poe transcribía unas notas cuando el teléfono sonó.
La Doctora Por sonrió al recordarlo, uno de sus primeros trabajos.
Habitación 222
Violence se encontraba ocupado cuando llamaron a la puerta.
Violence enarcó una ceja.
A la comisaria 99 de Brooklyn- le dijo al taxista. Cogió su móvil y mando un mensaje al Doctor F “creo que tengo un caso para reactivar el Proyecto Amanecer Z.”
Continuará.
“El yo vive una vida de indigestión, una vida sencilla con comida sencilla.” Sigmund Freud
“El sueño es la liberación del espíritu de la presión de la naturaleza externa, un desprendimiento del alma de las cadenas de la materia” Sigmund Freud
Nueva York, Hotel Renaissance, Domingo 2 de Octubre. Habitación 222
La Doctora Poe se había despedido de Violence hacía unas horas, le interrumpió en plena faena, se encontraba con el Joker, un delincuente que acostumbraba a partir la mandíbula de sus víctimas con un fuerte pisotón tras prepararlos minuciosamente en el bordillo de la acera, la quijada colgando en el cuerpo inerte generaba un espectáculo dantesco pero el colofón era que alargaba con sangre la comisura de los labios hasta casi llegar a las orejas.
Violence tenía una versión propia del Joker y creyó que era un buen momento para probar un artilugio que había recibido hace poco, la tortura de la rueda consistía en atar las manos a una especie de rueca poniendo un contrapeso en los pies, en honor al reo había improvisado dos anzuelos con los muelles de la cama para horadar sendas comisuras de los labios.
Todo iba perfecto, “Stuck in the middle with you” sonando en el tocadiscos mientras Violence bailaba por la habitación, hasta que el Joker mentó a sus hijos, probablemente para que se apiadara de él…
Violence comenzó a entrar en trance al oír la palabra “hijo”, impulsos nerviosos en principio inconexos como si fueran pequeñas descargas, se apoderaron de él. Vio una monja en un orfanato gritando “DEVOLVEDME A MI HIJO” mientras una mujer en bata se llevaba a un niño de 8 años. Un niño comiendo un muslo de pollo con las manos llenas de grasa se da cuenta de que quizás no sea grasa, sino sangre y que ese muslo es un brazo humano.
Esta visión era más nítida, un guiñol con una marioneta de un caballero y otra de un dragón, niños coreando “Mátale, mátale”, al iniciar la carga como si de una justa se tratara, el dragón salta por encima del caballo y le arranca de un mordisco la cabeza a San Jorge, sus escamas se convierten en piel, gira la cabeza y se empieza a convertir en un humano con la boca llena de sangre. “¿Ese soy yo?...”
Mientras, en el laboratorio secreto del edificio Westcraven un hombre con barba blanca y anteojos circulares empieza a ponerse nervioso por primera vez en su vida:
“Joder, salta el contestador, Doctora, deje lo que esté haciendo, el neurotransmisor del sujeto V está fallando, parece que se está liberando del sueño inducido, creo que se pueda deber a las altas dosis de adrenalina recibidas a lo largo del día, parece que ha matado a demasiada gente en ese hotel, tenemos que abortar el experimento, si conoce su paradero es mejor que se ponga a salvo, no sé lo que está recordando o lo que puede estar sintiendo ahora mismo”
Otro flashback, esta vez de Santa Claus sonriendo y alargando la mano, torna su gesto benigno en una sonrisa maligna y deja de sostener un regalo para alzar una jeringa. Violence se agarra la sien “Arghhhhhh, no aguanto más”
El pasillo se sume en la penumbra, dejando únicamente la mortecina tonalidad roja de los focos de emergencia, una figura avanza lentamente por la instalación, lleva algo en la mano que arroja hacia los monitores, tras botar 5 veces cae rodando a los pies del Doctor, sin tiempo para ver lo que pudiera ser, la figura se pone a 4 patas y corre hacia él, pega un salto de 4metros y justo antes de que unos dedos penetren sus ojos, le da tiempo a ver la cabeza de la Doctora Poe
“Ya no soy un títere, ahora soy el dragón”
¿Te imaginas quizá que llevo otra careta y que esto... esto... mi cara es una máscara?
El fantasma de la ópera- Gastón Leroux
La Doctora pulsó el botón de confirmación con el logo de la corporación Sirbenet Inc.