//*Primera revisión del Dossier extraído de los archivos originales de la ahora extinta Procuraduría Especial de Asuntos Paranormales (México) más tarde fusionada a la Agencia de Investigación y Defensa Paranormal en su expansión a otros países.*\\
EXPEDIENTE #240521
Atentado a un Alto Mando Mexicano.
Fecha: 20 de Mayo de 1925
Por razones de seguridad nacional el nombre y el puesto exacto del Alto Mando Mexicano permanecerá anónimo a lo largo de este reporte, se ha considerado irrelevante para la investigación posterior. A lo largo de este documento se referirá a él como AMM.
El atentado:
El Agresor, disparó un arma de fuego al pecho del AMM.
El ataque ocurrió en el patio de honor del Palacio Nacional en camino al despacho privado; el AMM habría muerto, a no ser por el chaleco blindado que usaba. El ambiente político tras bastidores obligaba a algunos funcionarios de alto rango a tomar este tipo de medidas.
Gracias a la serenidad y temple pero sobre todo al gran nivel de combate cuerpo a cuerpo, el AMM resistió el disparo hecho por el Agresor; pues se abalanzó recia y valientemente sobre el asesino, desarmándole; y cuando los escoltas que le acompañaban, que no habían tomado ninguna precaución para cuidar la vida del AMM, pretendieron, a manera de justificar su descuido, matar al agresor, el AMM lo evitó y consigo arrastrar al atacante a su despacho, dónde le interrogó sobre el móvil del atentado; y todo esto, con extraordinaria tranquilidad y medida, de manera que con ello reveló los muchos quilates de su equilibrio personal.
A todo cuanto el AMM cuestionaba, el atacante con serenidad manifiesta no respondió, solo declaró que él era el único responsable del atentado, diciendo haber sido movido a tan criminal acción por la desesperada situación en la que había sido orillado. solo repetía - Ustedes me obligaron -.
Convencido el AMM de que el agresor no decía la verdad, y que trabajaba para alguien más mandó que éste fuese entregado al cuerpo de guardia de Palacio Nacional, para que a su vez lo pusiese a disposición de las autoridades judiciales militares competentes; y así se hizo; aunque horas después, el general Maximino Ávila Camacho, hermano del Presidente, reclamó al prisionero y como le fuese entregado, mandó que en el acto lo fusilaran.
Sin embargo esto nunca se llevó a cabo. Durante el traslado y bajo circunstancias no del todo claras el prisionero logró huir.
La descripción del agresor por parte del AMM y los dos escoltas es la siguiente:
Todo lo anterior fue reportado pertinentemente a la PEAP, por el mismo AMM en persona. Se contactó con el Director en Jefe para reportar el ataque y dar la descripción del sospechoso. Inmediatamente se interrogó a los dos escoltas que lo acompañaban el día del atentado, y los tres testimonios coinciden en la descripción física del agresor.
Se ha asignado a un agente de campo para la investigación y captura del Atacante. Con base en la descripción y a las dichas “características peculiares” se ha solicitado la opinión experta del Profesor McCluskey de la Universidad de Miskatonic en Arkham. Experto antropólogo y célebre autor del libro “¿Y si la Humanidad hubiera evolucionado hacia el Océano?”.
Agente Asignado: Leonardo Mendiolea. agente de campo de pleno derecho, con experiencia previa en Chamanismo, Palo Mayombe, Nahualismo y Cambia Formas. Ha trabajado en el pasado con el Profesor McCluskey para casos de rastreo de particularidades culturales a lo largo del territorio Mexicano.
//*Entrada del diario personal de Leonardo Mendiolea agente de campo de pleno derecho de la ahora extinta Procuraduría Especial de Asuntos Paranormales (México)*\\
21 de Mayo de 1925
Hoy por la mañana me han mandado llamar a la oficina del Director en Jefe, he ido antes a esa oficina a dar un par de informes finales en casos anteriores, pero nunca en todo el tiempo que llevo trabajando aquí, el Director en persona me ha dado la sesión de información y la asignación de un caso de propia mano. Mi jefe estaba ahí fumando como una locomotora.
Pronto me di cuenta del motivo por el cual había sido el Director la persona encargada de darme toda la información. Debo investigar un asunto de Palacio Nacional, un atentado.
Los detalles son muy explícitos pero no me han revelado la identidad del agredido. Supongo es un pez muy gordo ya que por todo el Dossier se refieren a él con un ridículo acrónimo, de esos a los que las secretarias les encanta inventar.
Me emociona mucho todo este asunto, mi jefe no comparte mi entusiasmo, sabe que meteré mi nariz en donde me han pedido encarecidamente mi discreción. Y con justificada razón, todo está muy sospechoso y eso me gusta.
La otra buena noticia al recibir este caso es el poder volver a trabajar con mi querido amigo McCluskey, ojalá pueda visitarlo en Massachusetts. Me han sugerido contactar con mi viejo amigo, ya que la descripción del atacante coincide con los estudios que ha realizado con lo que él llama “la gente del mar”. Este es otro punto que me intriga. Debo empezar a investigar todo lo relacionado, esto poco se parece a cosa de nahuales o cambiaformas. O ese extraño caso que, precisamente con McCluskey, nos vimos envueltos en una delirante persecución de algo parecido a una especie de necrófago reanimado. ¡buenos tiempos!
Debo escribirle a McCluskey para contarle y sobre todo ver si me puede apuntar en la dirección adecuada. Pero primero debo leer su famoso libro...
//*Carta de Leonardo Mendiolea a Alexander McCluskey*\\
10 de Junio de 1925
Estimado Alexander,
Espero que esta carta te encuentre en la mejor forma posible, tumbado en ese viejo sillón rojo de tu despacho en la honorable Universidad de Miskatonic con el vaso de Whiskey en la mano. Ojala este en lo correcto.
Viejo amigo, primero que nada te extiendo mis más sinceras disculpas por mi falta de comunicación en los últimos meses, me temo que me he encontrado con bastante trabajo en la PEAP, y por consecuencia mi falta de correspondencia contigo, he tenido un par de casos interesantes, sin embargo nada comparado con nuestra aventura de hace dos años; persiguiendo a ese necrófago escurridizo a través de aquel lodazal con la niebla tóxica pisándonos los talones. De igual forma te pondré al tanto de todo en subsecuentes cartas. Aunque me gustaría más poder contártelo en persona con ese famoso whiskey de contrabando de Tennessee y los habanos cubanos que guardas para celebraciones especiales.
Sin embargo el motivo principal de mi correspondencia es con referencia al caso más nuevo en el cual me encuentro investigando. Primero que nada quiero felicitarte por tan excelente libro que has escrito viejo amigo. ¡Enhorabuena!
Debes saber que me ha servido más de lo que te imaginas. Solo que ahora necesito un poco de orientación para darle un rumbo adecuado a los siguientes pasos. Investigo un intento de asesinato, y el sospechoso tiene ciertas características que en tu libro haces referencia.
En uno de tus capítulos, narras distintas descripciones de personas de varios lugares alrededor del mundo, dando testimonio de haber tenido encuentros con lo que tú denominas “la gente del mar”.
Mi principal consulta sería:
¿tienes conocimiento de avistamientos así en México? o quizás mejor dicho si tuvieras que buscar avistamientos en México, ¿Dónde los buscarías?
Tu ayuda como siempre será invaluable.
Te envío un muy afectuoso abrazo.
Tu amigo
Leo Mendiolea.
23 de Junio de 1925
Mi querido amigo Leo.
Como no podría ser de otra forma, me pillas en mi sillón rojo bebiendo un buen whisky y fumando uno de esos puros Habanos que tanto te gustan, no he podido evitarlo al recibir noticias tuyas después de todos estos meses. Había que celebrarlo, y se nota que me conoces lo suficiente como para prever la forma en la que lo iba a hacer.
Me enorgullece notar que, como de costumbre, estas trabajando intensa y dedicadamente en todos tus casos. Me alegra que sigas involucrándote con esa pasión siempre que se te requiere. Antes que nada, quiero agradecer tus palabras acerca de mi libro, me alegra que te haya sido útil en tu labor.
Ahora, en relación al caso en el que estas trabajando y que comentas en tu carta, tengo cierta información que puede ser relevante para tu investigación:
Según mis fuentes, en todo Mexico se dieron únicamente dos casos de avistamientos con las características que nombro en mi libro. Fueron en la costa de Sinaloa, concretamente en Guasave. Los testimonios de las personas que los presenciaron no aparecen en el libro puesto que se dieron después de la publicación en este. Hará un año y medio más o menos. Si no recuerdo mal, eran una madre y su hijo de 13 años los testigos de dichos acontecimientos (Macarena Castillo Ramirez y su hijo Pablo Guerra Castillo). Al parecer estos se encontraban en uno de los muelles del puerto cuando divisaron a dos seres que se sumergían desde la costa hacia una zona de acantilados y cuevas submarinas, al tomar el testimonio de la madre y el hijo estos dieron la misma descripción que el resto de testigos que aparecen en mi libro (Ojos vidriosos, piel escamosa y húmeda, cabezas angostas, huecos de pérdida de cabello muy visibles, orejas pequeñas, extrañas cicatrices al costado del cuello...).
Sin lugar a dudas, el primer sitio donde iría a indagar seria la costa y las cuevas submarinas de Guasave. Espero que esta información te sea de ayuda para tu investigación y puedas resolver el caso lo antes posible. No dudes en volver a ponerte en contacto conmigo si crees que puedo ayudarte en algo más. De momento esa es toda la información que poseo, pero moveré algunos hilos en la Universidad y llamaré a algunos contactos para recabar más datos que puedan ser de interés para ti. No dudaré en ponerme en contacto contigo si descubro algo nuevo.
Recuerda que guardo una buena copa de whisky con hielo junto a un delicioso puro Habano para cuando nos veamos en persona de nuevo, que espero que sea pronto. Un fuerte abrazo mi querido viejo amigo.
Atentamente:
Alexander McCluskey.
//*Entrada del diario personal de Leonardo Mendiolea agente de campo de pleno derecho de la ahora extinta Procuraduría Especial de Asuntos Paranormales (México)*\\
26 de Junio de 1925
He recibido respuesta de mi gran amigo McCluskey, ¡siempre cuento con él!
Me ha dado una buena idea de hacia dónde seguir investigando. Guasave, Sinaloa es mi próximo destino, de hecho hoy mismo he preparado mi maleta de viaje y he pedido a las secretarias que me consigan boleto de tren hacia Sinaloa. Según el dato de McCluskey hay un reporte de gente parecida al atacante, por aquellos lares. Me ha referido el nombre de dos testigos y ya he conseguido la dirección para visitarlos en su domicilio. Debo contestarle para preguntar si consiguió más datos relacionados a México.
En otros asuntos he visitado Palacio Nacional, a pesar de las reiteradas objeciones de mi jefe, sin embargo era muy necesario hablar con los escoltas del susodicho agraviado, y quería sacarles más detalles sobre a quien lo entregaron, de ese modo poder seguir todos los pasos hasta su desaparición. Descubrí cosas interesantes.
Primeramente, ambos escoltas fueron reasignados casi de inmediato, a uno lo mandaron a una puerta trasera de servicio como guardia de seguridad. Y al otro lo encontré bastante disgustado en el piso de los escritorios ministeriales cuidando la puerta. Conseguí mi permiso para entrar a Palacio Nacional, lleve conmigo 3 docenas de rosas para ir a la oficina de las secretarias, fingí ser un mensajero perdido, tome un nombre al azar del directorio y de ahí fue fácil, hice la entrega a una simpática señora un poco ya mayor, asumió el ramo venia de su esposo que había salido de viaje, supongo le hice un gran favor, lo recibirán con costillas de cordero por lo que alcance a escuchar.
La charla con las secretarias fue fructífera un par de preguntas sobre el ambiente político y obtuve los dos nombres y donde podía encontrar a los escoltas del "atentado": Humberto Cabrera y Gerardo Casillas.
Me dirigí rápido al segundo piso, en la sección oeste están los escritorios ministeriales donde debería de estar Humberto Cabrera y en la puerta encontré a un hombre como de 2 metros, muy delgado con una camisa holgada, sentado en una diminuta silla que estaba por vencerse en cualquier momento. El hombre se levantó, estiró su larga mano y negó con la cabeza conforme me iba aproximando. Choque su mano con la mía a modo de broma, sin éxito, su expresión de poco sentido del humor no cambió. Me presenté y mostré mi placa de la PEAP, se volvió a sentar cruzado de brazos y se limitó a decir: "ya he dado mi declaración". Traté de conversar con él, pero solo obtuve monosílabos.
Dado que el tiempo de mi permiso se agotaba, me despedí del Sr. Cabrera. Bastante desanimado agarre camino hacia la puerta de servicio donde había sido asignado Gerardo Casillas.
Al llegar a la puerta de servicio dentro de una caseta de seguridad había un enorme gorila de 1.80mts en un ajustadísimo uniforme de seguridad. La caseta en contraste con el corpulento hombre, se veía muy pequeña, iba armado, se alcanzaba a notar la funda sobaquera. Pienso que le costara trabajo adaptarse a su nuevo puesto. Apenas me acerqué me presenté, mostré mi placa y al instante palideció.
Canto como un bello canario, me contó con lujo de detalle el evento. Me sentí mal por él, con lágrimas en los ojos me relató cómo quedó totalmente petrificado ante el atacante, y que no pudo moverse debido al miedo. Me describió al atacante pero nunca dejó de llamarlo "criatura" me dijo: -parecía un hombre solo porque venía vestido-
El reporte indicaba que lo tuvieron en un despacho y lo estuvieron interrogando antes de entregarlo, Gerardo siguió cantando, el interrogatorio o más bien golpiza, duró unos 45 minutos, y no pudieron sacarle nada, ni nombres ni motivos.
Sin embargo hay varios detalles que el reporte no dice, por ejemplo el tipo de preguntas que Su Patrón le hacía a la criatura, fue muy discreto en no revelar la identidad de su superior, eso sí debo reconocérselo. el Patrón dijo varios apellidos durante la golpiza y en uno reaccionó, entre los gorgoreos que salían de su boca, en un nombre guardó silencio y abrió los ojos tanto como podía. Montejo era el apellido que causó reacción.
Conforme fuimos conversando y agarrando mas confianza le hice un par de preguntas de rutina, si había notado otros detalles extraños o si había visto algo así antes, me contó de una vez durante su servicio en la guerra Cristera acerca de una iglesia que habían tomado y como las estatuas y las imágenes se movían, al parecer el cura antes de huir había hechizado el lugar. Y nada mas, eso era toda su experiencia paranormal.
Pero, una cosa me queda clara: el Patrón ya había visto a alguien así, Gerardo noto como su jefe fue el único que no se sorprendió ni por la apariencia ni de cómo hablaba la criatura, le entendía a la primera a los gorgoreos, a los escoltas les costó trabajo acostumbrarse, había que prestar un extra de atención para entender y poder hilar las frases.
Me contó que lo tuvieron encerrado en las mazmorras del sótano y que al principio la orden era llevarlo a Lecumberri para más interrogatorios. Él y Humberto lo arrastraron al sótano y lo vigilaron, pasaron dos horas hasta que el General Maximino Ávila Camacho, hermano del presidente, se les apareció con un pequeño contingente militar de 5 soldados mal encarados, al sacar al prisionero el General lo tomó de la cara y le dijo "¡Mírame! La has cagado en grande". Esto tampoco venía en el reporte. Estoy seguro que lo han pedido omitirlo para no involucrar al General.
aqui hay varias cosas que me llaman mucho la atención:
Primero, como un hombre recio como Gerardo que se había unido a la Revolución cuando tenía 17 años y ha visto los terribles horrores de guerra, nunca se había paralizado del susto.
Y segundo, el Patron, pudo desarmarlo hábilmente y sobre todo entender lo que decia, Gerardo lo describe como gorgoreos, como si estuviera hablando con mucha agua en la boca.
Por más que trate de sacarle el nombre el buen Sr. Casillas no cedió, fue la única cosa que no canto. Admiro su lealtad, a pesar de estar ahora atrapado en ese ridículo uniforme y en esa pequeña caseta de vigilancia, igual puede ser miedo de caer aún más abajo.
También el pequeño detalle de que el hermano del presidente haya llegado tan rápido por el prisionero es bastante resaltable, y le hablo como si lo conociera. No quisiera saltar en conclusiones apresuradas, pero hasta ahora sólo puedo sospechar que el General mandó a ese Sicario para matar al pez gordo, seguramente para conseguir algún hueso mas arriba, pero ¿por qué ese asesino en específico? Espero encontrar mas respuestas en Sinaloa.
Una cosa me queda clara, hablar con el General Maximino va a ser imposible, seria mas fácil hablar con el Presidente a estas alturas.
//*Entrada del diario personal de Leonardo Mendiolea agente de campo de pleno derecho de la ahora extinta Procuraduría Especial de Asuntos Paranormales (México)*\\
27 de Junio de 1925
Hoy por la mañana al llegar a mi escritorio en la oficina había un sobre. Dentro un permiso para ir a Palacio Nacional con una nota escrita a máquina que decía:
“El que busca encuentra.
Habrá una fumigación en el 5to piso del ala oeste, hoy de 1pm a 3pm, charlemos, lo veo junto a las escaleras, ud. sabrá cómo identificarme…”
Voy de salida para llegar a la cita, ¡esto es gordo! si tengo suerte es algún otro testigo, probablemente en este manto de misterio y anonimato podría darme más datos, si pudiera sacarle la identidad del funcionario atacado, facilitaría mucho las cosas.
Sospecho que los escoltas con la charla de ayer platicaron lo sucedido, contaba con que el chisme se esparciera, pero no tan rápido.
Me va bien esta reunión secreta antes de partir a Sinaloa, mi boleto está listo para emprender el viaje mañana mismo.
28 de Junio de 1925
Justo ahora me encuentro en el vagón del tren rumbo a Sinaloa, quiero aprovechar tener todo lo acontecido lo suficientemente fresco para poder escribirlo.
¡La que se ha liado!
Fui a la cita misteriosa, llegué unos minutos antes a Palacio Nacional para estar a la hora. Tomea las escaleras del ala Oeste y comencé a subir y justo antes de llegar al 4to piso, un gorila me cerró el paso. Mi primer instinto fue saludarlo, sin embargo solo me pregunto mi nombre, estuve a punto de mentirle y darle un nombre inventado para seguir mi camino y no llegar tarde, pero alcance a notar en la mano del individuo en cada dedo anillos enormes, así que recapacite en el curso de acción. Le di mi nombre y justo al querer sacar mi placa de la PEAP, me dijo: - Lo esperan acá arriba señor -.
Me dejó pasar al cuarto piso y me señaló la escalera para subir al quinto. Había dos guardaespaldas más cuidando la escalera del quinto piso, alcance a asomarme hacia el sexto y vi a otro hombre custodiando. Comencé a ponerme nervioso, no tenía pinta de ser solo un testigo incidental como lo suponía.
Uno de los enormes caballeros, todos con corte militar y complexión más bien de Luchador, no del todo soldados, me indicó hacia donde caminar despues de haberme cacheado, y dijo bastante amenazante: “No se acerque a él demasiado, y no lo quiera tocar”.
Asentí con la cabeza y continué caminando, había alguien recargado en una columna, junto a una puerta de un almacén de intendencia.
Me detuve en seco al reconocerlo, seguramente palidecí al instante, me sentí como un niño pequeño al ser descubierto en una travesura con las manos en la masa.
Con voz grave y profunda me dijo: “Caballero, supongo que no esperaba verme a mí aquí”.
Era el mismísimo Presidente de México, viéndome directo a los ojos, me revisó con los ojos de arriba a abajo, y aunque se le veía relajado daba la impresión de que estaba totalmente alerta de su entorno, podría lanzarse al ataque ante cualquier sensación de peligro. Ahora sabía a qué se refería la nota con eso de “ud sabrá cómo identificarme”.
Anotare toda la conversacion en hojas aparte para lograr apuntar todo lo que hablamos...