«Conan el Cimmerio y las Crónicas de la Era Hiboria» de Robert E. Howard

"Conan el Cimmerio y las Crónicas de la Era Hiboria" de Robert E. Howard | Noviembre Nocturno 2

«Conan el Cimmerio y las Crónicas de la Era Hiboria» de Robert E. Howard

 

“Los hombres civilizados son siempre menos corteses que los salvajes, porque saben que pueden ser maleducados sin temer que sus cráneos sean partidos en dos”. Podríamos atribuir con facilidad esta frase al más poderoso de los cimmerios, arquetipo indiscutible del portentoso guerrero de las tierras salvajes, ya que fue precisamente su creador, Robert Ervin Howard, quien las dejó escritas, mostrando así buena parte de su filosofía y la de su personaje. Howard nació en Peaster, Texas, el 22 de enero de 1906, y vivió casi toda su vida en el pequeño pueblo de Cross Plains, a pocos kilometros de su lugar de nacimiento. Allí escribiría la mayor parte de sus relatos fantásticos, inspirado en los mitos y leyendas del mundo antiguo, en las narraciones de aventuras y en una hambrienta fascinación por los libros de historia. Las teclas de su poderosa máquina Underwood retumbaban en las largas noches de insmonio, perturbando incluso el sueño de sus vecinos, los Hutler, que se quejaban habitualmente del ruido. no en vano, Howard fue un escritor prolífico, y sacrificó buena parte de su vida tratando de vivir de la escritura. Podríamos decir que consiguió malvivir de ella. Cultivó numerosos géneros, combinando la fantasía y el terror con pinceladas de ciencia ficción en las aventuras de Conan, del poderoro Rey Kull, o del oscuro Solomon Kane, y añadiendo a éstas numerosas historias de boxeo, western e incluso algún que otro relato erótico.

 

 

Robert E. Howard

Robert E. Howard

 

 

Sin embargo, de entre todas sus obras, la saga de Conan se ha convertido en un referente ineludible del género de la fantasía heróica, dibujando en el imaginario colectivo el arquetipo de guerrero bárbaro por excelencia, que aún hoy puebla las aventuras de cualquier seguidor de ficciones de Espada y Brujería que se precie de serlo. Se dice que el personaje podría estar basado en un heroe gaélico, el último de entre los legendarios Altos Reyes de Irlanda. No en vano, Robert E. Howard sostenía amplias discusiones por correspondencia con Lovecraft con respecto a la fortaleza de los guerreros celtas, comparando sus cualidades con las de los aventureros y saqueadores de las sagas germánicas e intercambiando ideas sobre entidades cósmicas que azotaban los designios de la Tierra. Sus aventuras fueron creadas por Howard sin un orden concreto, como capítulos o relatos independientes con personajes comunes y un universo rico en matices por descubrir. Quizá sea por esto que muchos otros autores reivindicaron la importancia de la obra de Howard, tratando de poner orden a sus escritos, ampliándolos e incluso realizando algunos pastiches de calidad irregular. Pero es innegable que la labor L. Sprague de Camp, Poul Anderson, Lin Carter o Björn Nyberg ha contribuído a perfilar definitivamente la figura del Conan y el mundo en el que llevó a término sus proezas. Al igual que otros grandes escritores de fantasía de su generación, la revista Weird Tales se convertiría en su hogar literario, pero también en su gran deudora. Allí publicaría su primer escrito en julio de 1925, con apenas 18 años y buena parte de sus trabajos posteriores. Pero en 1935, la revista debía a Howard unos ochocientos dólares entre relatos publicados y pendientes de publicar. Suele pensarse acertadamente que en el mercado del pulp, Los colaboradores dependían de los vainvenes de sus publicaciones que atravesaban momentos complicados con frecuencia.

 

 

"Conan" by Frank Frazetta

«Conan» by Frank Frazetta

 

 

Mucho se ha hablado acerca de la trágica muerte del escritor, apelando a una personalidad inestable y un comportamiento excéntrico, en exceso apegado a su madre. Sus amigos más cercanos siempre defienderon su manera de ser afable, si bien es cierto que Howard nunca se sintió del todo parte de los tiempos que le tocaron vivir. Durante su infancia fue un niño frágil sometido a los abusos de sus compañeros. Odiaba la escuela y todos sus recuerdos de aquella época. No eran las tareas lo que más le perturbaba; nunca tuvo problemas para aprender a pesar de que se sentía ajeno a la mayor parte de los cursos ,a excepción de la historia . En general,diría el mismo, lo que más odiaba era el confinamiento, la regularidad y el control; que todo estuviese imperativamente sometido a los designios del reloj, la regulación de mi discurso y acciones; y especialmente la idea de que alguien se considere una autoridad sobre mí, con el derecho de cuestionar mis acciones e interferir en mis pensamientos”. Pero lejos del retrato huraño y desolado mediante el que muchos justifican su suicidio, sus cartas y las declaraciones de sus amigos nos muestran multitud de facetas ajenas a las depresiones melancólicas que se apoderaban de él de cuando en cuando. En su juventud se aficionó al ejercicio y al boxeo, y alcanzó una forma física considerable, tratando de emular a muchos de los héroes que retrataba sobre el papel y quitarse de encima el estigma de su niñez enclenque. Tras su muerte, en la mañana del 11 de junio de 1936, Weird Tales continúo publicando sus historias durante algunos años, hasta que Farnsworth Wright dejo de ser su editor. En 1946, August Derleth, y la editorial Arkham House publicaron una colección de las mejores historias de Howard bajo el título Skull-Face and Others. La revista Avon Fantasy Reader, incluyó algunas historias de Howard durante los años 40 y a comienzos de los 50. La editorial de ciencia ficción y fantasía, Gnome Press, publicó sus obras en tapa dura.

 

 

by Frank Frazetta

by Frank Frazetta

 

 

Conan se re-publicaría constantemente y su universo cobraría vida propia en manos del gran ilustrador Frank Frazetta, ganando una fama similar a las obras de J.R.R. Tolkien o Edgar Rice Burroughs. En los 70 se produciría el Boom de Howard gracias al editor Glenn Lord, y al auge de las hitorias de espada y brujería. Este período se extendió durante una década gracias a los cómics y revistas que ambientaban sus páginas en el universo imparable de Conan y la Era Hiboria. tras su incursión en la gran pantalla en la famosa película de los 80, el personaje fue catapultado a la fama mundial. Al mismo tiempo, numerosos escritores y críticos empezaron a tomarse muy en serio el trabajo de Howard, considerandolo algo más que mera literatura de entretenimiento, artículos y estudios sobre Howard y su trabajo empezaron a moverse entre los círculos académicos de aficionados a la literatura fantástica. Sus seguidores y un grupo de miembros de la comunidad de Cross PLains, adquirieron la propiedad de la que fue su casa, restaurándola e incluyéndola en el registro Nacional de lugares históricos, cada mes de junio, vecinos y aficionados celebran una jornada dedicada a su persona, visitan su casa y los lugares que frecuentaba. Aún hoy, mas de 70 años después de su muerte, las aventuras del poderoso cimmerio siguen forjando comunidades de aficionados por todo el mundo. Y la obra del Maestro Robert E. Howard, al igual que su espíritu, están más vivos que nunca.

 

 

Conan the Barbarian by Frank Frazetta

by Frank Frazetta

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