
«Celephaïs» de H.P. Lovecraft
A comienzos de 1920, el escritor norteamericano H.P. Lovecraft se encontraba en una de sus etapas creativas más prolíficas. En los primeros meses del año, contagiado de poderosos sueños nocturnos, comenzó a encadenar relatos que revelaban numerosos secretos de sus Tierras del Sueño. La suma de estas historias, sus habitantes y parajes, irían dando forma a las fronteras de este particular mundo onírico, un universo complejo, con su propia geografía, su colección de Dioses, monstruos y leyendas.
Desde aquellos primeros relatos, desde las oscuras calles Ulthar, las grandiosas puertas de Sarnath, y las místicas fronteras de la desconocida Kadath, Las Tierras del Sueño de Lovecraft han crecido en habitantes y dimensiones… Pero son muy pocos los escogidos para poblar este mundo sin asumir el riesgo de la fatalidad. Lovecraft, al igual que nuestro protagonista de esta noche, padeció en parte sus propios delirios oníricos, sus fantasías infantiles, sus ambiciones juveniles aplastadas por los demonios de lo cotidiano, avatares de la mundana desolación que tan sólo podían ser contrarrestados con el poder de la ensoñación y el exorcismo de la escritura. Así, Lovecraft continuó escribiendo: cartas,ensayos, artículos, apuntes, relatos y más cartas… Sus largos períodos de aislamiento tan sólo se correspondían con una reclusión física, porque su imaginación se mantenía despierta y su pluma volaba en busca de la compresión de sus amigos y seguidores. Y mientras tanto, su personaje se sumergía poco a poco en una autodesctructiva melancolía, de la que sólo podía escapar a través de sus sueños.
Esta confrontación del mundo físico, nos lleva de nuevo a las tierras del sueño, donde nuestro melancólico y debilitado protagonista, tratará de escapar de las desgracias mundanas convirtiéndose en monarca de Ooth-Nargai y todas las regiones vecinas del sueño… Un mundo que empieza y termina con la grandeza de una poderosa ciudad. Así pues acompáñennos en este viaje hacia las fronteras del sueño, y detengan por un momento sus aletargados y mundanos pasos a las puertas de la poderosa Celephaïs.

Celephais by Daniel Lieske
Fausto
Desde que encontré en jewtube los relatos aquí presentes del que he llamado «el susurrador», he estado a la búsqueda de más, fracasando miserablemente, hasta hoy que les encontré gracias a un comentarista(o más bien acusador) que escribió Noviembre Nocturno, gran alegría este dia, y vaya coincidencia del nombre pues yo cumplo años ese mes, gracias por su esfuerzo.